Después de cuando menos 'mosquear' a la comunidad musulmana hace dos días por un tuit en el que se leía «querría ver una manifestación de musulmanes en contra de los asesinos. Dicen que son cuatro gatos, ¿dónde están el resto de los gatos?», Carmen Lomana ha vuelto a ser protagonista con las declaraciones que ha hecho a la revista Diez Minutos.
La empresaria, que está pasando un nuevo verano en Marbella, su paraíso particular, junto a amigas y amigos, ha querido dejar claro que, pese a sus 69 años, todavía sigue pensando en el amor, «no me puedo meter en la cama con un señor de 85 años como Vargas Llosa, que es muy mayor para mí. Sería amiga suya, pero jamás su amante». Es de suponer que la frase no habrá sentado nada bien a la actual pareja del escritor, Isabel Preysler.
Lomana ha mostrado sin reparos su ático marbellí, presumiendo de su decoración hindú y de la buena vida que tiene en la llamada capital de la jet, y ha precisado que «después de quedarme viuda he tenido amores importantes, pero no he querido volver a casarme. Necesito a un intelectual a mi lado, como Arturo Pérez-Reverte. Me encanta».
La que fuera candidata de Vox en las últimas elecciones, prefirió no tocar el tema político, del que parece haberse olvidado ya, y se centró en hablar del sexo, algo que dice es es importante para ella aunque no es su prioridad en este momento: «Hay otras cosas, buscas a una persona que te dé vitalidad, alegría… Yo tengo una energía bestial».
Quizás por ese motivo es por lo que no para de disfrutar en Marbella, como si tuviera 20 años. Todo se debe, según ella, a que «aquí me dejo llevar, no tengo horarios, bajo a la playa todos los días, voy al chiringuito, veo a los amigos, bailo… Soy muy feliz en Marbella».
M. A.