No sólo a las mujeres les preocupa su físico y recurren a la cirugía plástica para mejorar el mismo. El mejor ejemplo de ello es el de Kiko Matamoros, que va a entrar por décima vez en un quirófano para poder tener una figura más estilizada.
El colaborador de Sálvame siempre ha reconocido a sus círculos más íntimos, no tanto ya en público, que es muy coqueto y por eso a sus 60 años aún quiere verse estupendo y luciendo una figura más propia de otras edades más jóvenes.
Por ese motivo, y después de someterse no hace mucho tiempo a cirugía plástica para corregirse las orejas, ahora ya está planeando entrar de nuevo en el quirófano para colocarse una banda gástrica.
La fuente que ha desvelado este pequeño secreto no es otra que su propia mujer, Makoke, que ha confesado a la revista Lecturas que su marido «se quiere poner una banda gástrica para quitarse la grasa abdominal que les sale a los hombres».
Parece ser que Kiko Matamoros quiere seguir estando orgulloso de lo que ve cada vez que se mira al espejo, y por ese motivo no parece suficiente para él el seguir una cuidada dieta y practicar deporte a diario, y tirar de bisturí si es necesario para que no se note el paso del tiempo en él.
Además, el colaborador de Sálvame ya parece estar acostumbrado a ello, ya que esta no será la primera vez, y quien sabe si tampoco la última, que pase por un quirófano para mejorar su imagen. Y es que el hermano de Coto lo ha hecho hasta en nueve ocasiones, en las que lo mismo se ha retocado los párpados que las orejas, se ha quitado las bolsas de los ojos, se ha suavizado las arrugas de la frente, se ha hecho una liposucción de la espalda y flancos y una rinoplastia, además de un mini-lifting de cuello y cara y una elevación de la comisura de los labios. Vamos, ni Cher.
M. A.