-'Amar en tiempos revueltos' y ahora MasterChef Celebrity. Vaya doblete que se ha marcado…
-Sí, pero MasterChef Celebrity también ha sido una experiencia enriquecedora, pero durísima. Nos han hecho trabajar como jabatos, y encima estás en una tesitura que tú no manejas. Yo soy actriz y me pueden poner un personaje difícil o ensayar una escena complicada, pero la cocina no la manejo, es como si estás en situaciones que no controlas y en las que te llevan a situaciones límite. Yo me he sorprendido mucho a mí misma por cosas como llorar por un plato de espaguetis. Consiguen que te involucres de una manera que parece que te va la vida en ello.
-Dicen que su relación con Corbacho va a recordar la que tuvo Loles León con Fernando Tejero el año anterior…
-Jajajá. Tenemos de todo un poco, porque fueron diez semanas y sacan de todo. Nos damos caña y como Corbacho es muy cañero yo no me iba a quedar atrás. De todos modos con la que más pareja artística he hecho ha sido con Bibiana Fernández.
-¿Qué tal ha sido el trato con el jurado?
-Hombre, el jurado está en su papel y tienen que ser cañeros y estimularnos a todos. Son como esos profesores que tenías en el colegio, que te exigían para que te superaras. No son complacientes pero te dan caña para que no te apalanques, y aunque a veces te den en el punto flaco, siempre es a favor. Eso sí, yo he tenido malos ratos y también han venido para darme palmaditas en la espalda, han venido a sobarme el lomo.
-¿Se considera una buena cocinera?
-Para nada, pero he aprendido muchísimas cosas, a cocinar, a hacer cosas un poquito más sofisticadas. Yo soy bien mandada, pero no soy creativa.
-Sin desvelar nada, y aunque este martes comienza el concurso, ¿al final ganará el que mejor ha cocinado?
-Yo estoy muy satisfecha con el resultado, me parece justo el resultado.
-Hace 30 años ya casi que empezó en TV con una colaboración en 'La bola de cristal', ¿ha cambiado tanto la televisión desde entonces?
-He de reconocer que echo de menos series como 'Los gozos y las sombras', 'La saga de los Rius', 'Curro Jiménez', 'Los camioneros'… Creo que antes había una televisión muy buena. Ahora se ha ampliado el mercado, hay muchas más opciones, se ha ampliado la industria, pero en cuanto a calidad, como con los Estudio 1, siempre hemos estado ahí. Lo que echo de menos es poder tener ese tiempo de antes, ahora se apuran mucho los plazos y los presupuestos, echo de menos esos decorados que se hacían, como en 'La forja de un rebelde'. Hay cosas que ojalá recuperáramos.
-¿Y a nivel interpretativo, hemos mejorado?
-Aquí siempre ha habido un gran nivel de actores y de actrices, más de actrices que de actores si se me permite decirlo. Pero en esta serie estoy descubriendo mucha gente joven y tenemos una cantera estupenda, hay mucho nivel interpretativo. Creo que España, incluso trabajando bajo presión, tiene grandes actores.
-Usted, como actriz, parece que ya está consolidada en 'Amar en tiempos revueltos'…
-Consolidada creo que ni en la serie ni en la procesión, nunca se sabe, pero sí muy contenta una temporada más con Benigna, disfrutando mucho de las nuevas tramas. Sigo con mi marido Benito, Antonio Valero, y realmente es una gozada que quieran seguir contando con una y seguir en esta serie porque quieras que no una serie diaria puede desgastar mucho.
-Pero a esta serie vienen cada año muchos personajes nuevos, como fue su caso, pero no todos se quedan tanto tiempo como usted…
-Quizás ha gustado mi personaje porque los asturianos eran la clave y yo llegué hace cuatro temporadas y me quedé con el hostal.
-¿Qué cree que tiene esta serie para que se renueve temporada tras temporada?
-Creo que se renueva porque la serie en sí misma se renueva. Hay unos denominadores comunes, con personajes de siempre, pero cada año hay nuevas tramas y personajes, van pasando los años, se contextualiza cómo España va mejorando… Hay muchos alicientes para que la gente siga fiel.
-En la propia Antena 3 se ha estrenado el programa de Arturo Valls, sigue 'Cuéntame cómo pasó', se va a estrenar 'Tiempos de guerra'… ¿Por qué esa insistencia con volver al pasado?
-También las series inglesas tiran mucho de historicismo, ya sea a nivel de los reyes o las grandes mansiones. Creo que la época te da cierta distancia y te permite como mucha libertad a la hora de ficcionar y de meter a los personajes en diversas situaciones. 'Amar…' empezó en la posguerra y ya estamos casi en los setenta y aquí ya hay muchos testigos presenciales, como yo misma, que ya había nacido. Hay cierta nostalgia pero hay gente que la recuerda y esto te permite recrearla. Ver decorados, ropas, maneras de antes…
-Es decir, ¿no es por aquello de que 'cualquier tiempo pasado fue mejor, no?
-No, no, yo además no soy partidaria de eso. Cuando a veces me preguntan en qué tiempo me hubiera gustado vivir siempre digo ni un día atrás, sobre todo siendo mujer, de aquí para delante. Tampoco se idealizan esos tiempos y también salen las sombras de entonces. Ningún tiempo pasado fue mejor.
-¿Tiene algún nuevo proyecto a corto plazo?
-Hombre, yo el primer año de la serie estuve compatibilizándola con una función de teatro pero he dicho que mientras que esté en 'Amar' no haré nada más, aunque sé que basta que diga eso para que salgo algo y lo haga.
M. Arroyo