Para que luego digan que la gente de la televisión al menos se respeta entre ellos mismos. Al habitual ejemplo contrario que da cada tarde Sálvame se uniría ahora el de Alyson Eckmann, a la que parece haberla perdido esa cualidad o defecto que tiene de decir siempre lo primero que se le viene a la cabeza.
Por ese motivo, la que fuera ganadora de la quinta edición de Gran Hermano VIP ya no podrá contar a partir de ahora con la amistad o simple benevolencia de Carlota Corredera, a la que directamente ha tildado de «gorda traicionera», calificativo que no ha debido sentar nada bien a la presentadora de Cámbiame.
Y todo por hacerse eco la estadounidense de unas palabras de un personaje televisivo tan polémico como el de 'Soy una pringada', que había publicado un vídeo en el que machacaba a Carlota Corredera llamándola precisamente eso y apelando a la hipocresía de la presentadora por aplaudir las curvas en la mujer después de haber adelgazado 60 kilos.
Alysson Eckmann, en una entrevista concedida al portal Bekia, aseguraba que su vídeo favorito de 'Soy una pringada' era «el de… Carlota no se qué, gorda traicionera. ¿Cómo se llama ella? Carlota Sayonera…», dejando claro que ni si quiera se sabía el nombre de la presentadora, pese a que en su día la entrevistó en el programa de Telecinco Hable con ellas, en cuya primera edición ella debutó como presentadora.
Según ella, «todo lo que dice la Pringada es verdad. Si está tan orgullosa de tener curvas y todo eso, ¿por qué te pones a hacer dieta? Hay que estar sana y tener curvas y si estás feliz, ¿por qué has perdido tanto peso? Porque no estás feliz con tu cuerpo». Después de todo ese discurso debió pensar que había atacado demasiado a su excompañera de cadena y por eso indicó que «no la conozco, es una mujer con talento y carácter y eso está guay. Carlota, me caes muy bien, pero lo que dice la Pringada es verdad».
Quizás Alyson haya tenido muy en cuenta que Carlota Corredera lleva muchos años recordando sus experiencias como 'gorda', sobre lo mal que lo pasó con su obesidad sin calcular que el mensaje que estaba dando es que sólo se puede ser feliz si eres delgada e insistiendo en que los kilos de más son insanos.
M. A.