Si el pasado jueves desvelaba en El Hormiguero la relación abierta que tiene con su marido, este domingo, en el programa de TVE ¿Cómo lo ves? Nuria Roca aseguraba, sobre si perdonaría o no una infidelidad, que «depende de si la infidelidad es sinónimo de mentira. Depende de cómo funcione esa pareja. Yo perdono una infidelidad, pero no una deslealtad», y precisaba que «para mí es peor una infidelidad mental, cuando alguien no quiere estar con una persona y está», respecto a la pregunta de Carlos Herrera de «¿infidelidad qué es?. ¿Tocamientos? ¿Un revolcón? ¿Tocarle el culo a una muchacha o un muchacho?».
Sin duda una respuesta muy distinta a la que dio en el programa de Pablo Motos, al que acudió con su marido Juan del Val, donde afirmó que «la fidelidad no es algo fundamental en una relación«, después de que el presentador leyera un pasaje del libro de él en el que el protagonista afirmaba que «no había nada malo en desear a otras personas».
La presentadora y su marido hicieron varias confesiones sobre su vida íntima, puntualizando que son una pareja abierta, que han acordado tener relaciones sexuales fuera de la pareja de forma consentida. Según dijo ella, «no quiero tener una persona al lado que no esté viva, que no desee. Yo quiero que desee. Otra cosa es que no quiera estar conmigo. Eso sí que no lo perdonaría nunca ni yo querría estar con esa persona. Ahora bien, yo creo que las parejas crecen, evolucionan, maduran… y nosotros llevamos muchos años juntos. Lo que hemos hecho es crecer y hacer un aprendizaje como pareja y atrevernos a confesarnos cosas en cuanto a sentimientos».
Como era de esperar, sus palabras no pasaron desapercibidas para las redes sociales, donde la criticaron por esa 'libertad' y esa permisividad para 'follar' con quien cada uno quisiera. Ese aluvión de tuits y de críticas, algunas bastante hirientes, no han sentado nada bien a Nuria Roca, quien ha respondido en un cuenta de Instagram con un amplio mensaje.
Así, la popular comunicadora destaca que «respeto todas las opiniones y las agradezco siempre que vengan desde la educación y nunca desde la prepotencia de quien no admite una opinión y una manera diferente de entender. Jamás se me ocurriría dar por mejor mi pensamiento, mi posición o mi proceder. Jamás se me ocurriría adoctrinar». Según ella, «en una sociedad en la que últimamente se ve tanto pensamiento único y tan poca tolerancia a la diversidad, estaría bien que tuviéramos todos un poquito más de respeto, de libertad y que diéramos menos lecciones de moral».
M. A.