Este jueves el programa ha tocado fondo, con sus mínimos históricos en materia de audiencias (1.384.000 y 13,6%), y Telecinco ha decidido ya poner manos a la obra para no tener que retirar el programa antes de tiempo. Su solución de urgencia ha sido la de que meter en la casa de Guadalix a tres rostros famosos, que pasarán unos días con los hasta ahora anónimos participantes de esta edición.
A partir del domingo 22 de octubre se mezclará Gran Hermano Revolution con Gran Hermano VIP, con la entrada del hijo de Isabel Pantoja, Kiko Rivera, el otrora presentador de la primera Operación Triunfo y de la última entrega de Granjero busca esposa, Carlos Lozano, y de la ganadora de la quinta edición de Gran Hermano VIP, Alyson Rae Eckmann.
Los tres se trasladarán a vivir a Guadalix de la Sierra para ser partícipes durante los siguientes días de la segunda parte de la última prueba semanal, que esta semana ha dividido a los concursantes entre criados y señores. Su entrada se producirá durante el debate del concurso, que Jordi González moderará en directo a partir de las 00:30 horas.
A lo largo de la velada, la dirección del concurso revelará el veredicto de la prueba semanal y, a continuación, buscará sorprender a los habitantes de la casa con un intercambio en los roles asumidos hasta ahora: los que han sido huéspedes elegirán al que mejor ha ejercido como criado, que se convertirá a partir de ese momento en huésped y podrá elegir a sus nuevos compañeros de equipo, entre los que se encontrarán Kiko Rivera, Carlos Lozano y Alyson Eckmann.
El programa contará además con la presencia de Miriam en el plató para analizar cómo fue su regreso a la casa y sus reencuentros con alguno de sus excompañeros. El espacio, que emitirá imágenes sobre las últimas novedades de la convivencia, centrará también su atención en las reacciones en la casa ante las últimas nominaciones, que han situado a Maico, Hugo y Laura como candidatos a la expulsión.
M. A.