Renovarse o morir, la máxima de Sálvame para mantenerse durante tanto tiempo en pantalla ha llevado a los creadores del espacio de Telecinco a idear una nueva sección para que sus colaboradores cuenten cosas que se supone no se sabía de ellos para sorprender de esta forma a su fiel audiencia.
La encargada de estrenarla, bajo el título de ‘Cuéntame’, ha sido Lydia Lozano, la que fue la primera escogida también por los telespectadores para dar las campanadas de fin de año, y la colaboradora no sólo se ha entrevistado a sí misma sino que, fiel a sí misma, no ha podido evitar acabar llorando al recordar momentos de su vida personal y profesional.
Eso sí, Lydia dejó claro que por lo que no derramará ni una sola lágrima será por el final del programa que tan bien le paga cada mes, “lloré cuando terminó Tómbola, porque allí pasé los mejores años de mi vida. Me he planteado muchas veces si cuando acabe Sálvame voy a llorar. Y te digo que no”, se dijo a sí misma. La periodista se mostró tajante en ese punto, e incluso precisó que “el día que acabe Sálvame será una liberación. No quiero que acabe porque me encanta ir a este trabajo, pero va a ser una liberación porque aquí he dejado de ser un poquito la Lydia real”.
El momento emotivo llegó cuando recordó el día en el que fue más feliz en el programa de las tardes de Telecinco, que fue “el día que el público eligió que yo presentara el programa durante una hora y cuarto. Estaba muy nerviosa y todos mis compañeros me respetaron y apoyaron”. Ante esa afirmación, Jorge Javier le propuso dejarle presentar el último tramo del programa, y Belén Esteban se molestó al creer que ha habido momentos más felices en la historia de Sálvame.
La de Paracuellos incluso le recriminó que ella no es periodista, sino personaje, y Lydia se volvió a defender, asegurando que cuando empezó en televisión le ofrecieron 30 millones de pesetas, lo que se traduce en 180.000 euros de los de ahora, por posar en la revista Interviú, algo que no aceptó.
La colaboradora también fue analizada por el resto de sus compañeros tras desvelar algunos secretos, como su decisión de no tener hijos, su gran miedo a quedarse paralítica y su participación en Mira quién salta para vencerlo. A diferencia de aquel, el que dijo que no volvería a hacer fue otro, “no tenía que haber hecho ‘La Caja’. Hablé de Charlie, de cómo le conocí, y no lo tenía que haber hecho”.
M. A.