El pasado lunes Operación Triunfo vivió su gala más triste. Tanto en plató, como en la casa de cada uno los espectadores. Un aroma que ya afloró con la marcha de Cepeda, pero que se intensificó con el adiós de Roi. El gallego se ganó el cariño de todas las partes. De compañeros, por supuesto, pero también de profesores, jurado, bailarines y producción. Su personalidad entrañable y su figura amable cautivaron también a un amplio sector del programa, que no fue suficiente para evitar su marcha. Esa que dos días después hace estragos en aquellos que se divertían en el canal 24 horas, siempre agitado por Roi.
Muchos avalaban su presencia en la final por talento, evolución y, sobre todo, sacrificio. Las ganas de aprender del gallego siempre fueron aplaudidas por Noemí Galera, directora de la Academia. El único consuelo para Roi es el ejército que Ana Guerra, su mejor amiga, tiene tras ella. 'La Bikina' es una firme candidata no sólo a alcanzar la final si no a colarse entre los tres favoritos.
Pese a la profunda tristeza de sus seguidores, y al varapalo que supone dejar atrás una etapa tan especial, Roi es consciente de que esto es sólo el principio, y no ha perdido un ápice su sonrisa. El más bromista de la Academia no ha parado de 'trollear' en redes sociales desde su salida y este miércoles ha brindado un directo que han agradecido sus más acérrimos fans.
En ese directo no ha faltado Luis Cepeda, otro de sus aliados en el concurso, con el que no ha dejado de bromear. Curiosidad o no, al mismo tiempo también ha aparecido Vicente, el novio de Aitana, que ha tenido que escuchar como Roi salía al paso cuando era preguntado por la relación entre Aitana y Cepeda. El gallego ha afirmado que ésta se ha tergiversado, respuesta que algunos de sus seguidores ven como lógica por la situación. Otros, en cambio, creen que no ha expresado la verdad, ya que en la Academia dejó frases y gestos que hacían intuir lo contrario. Lo cierto es que de momento ha sido el único capaz de reunir a Cepeda y Vicente, aunque haya sido a través de las redes sociales.
A. Puente