Podría parecer una espantada tipo Sálvame, programa al que dicen que cada día que pasa se parece más, por aquello de las broncas en el plató, pero al final el adiós de Natalia Ferviú, que abandonó el de Cámbiame tras una discusión con sus compañeros, va a ser definitivo.
Así al menos lo ha anunciado ella misma, que llevaba en el programa desde su primera emisión, en junio de 2'15, a través de una carta en sus redes sociales. La presencia de Paloma González Durántez, recién incorporada para esta nueva etapa del makeover, ha terminado por decidirla a dar el paso.
Natalia justifica su decisión en que no le gusta nada la profunda renovación sufrida por el espacio de Mediaset, «se ha entrando en una dinámica que respeto pero en la que no me siento cómoda. Con toda la pena del mundo, por cómo se han desarrollado los acontecimiento y antes de vivir situaciones por las que no estoy dispuesta a pasar, he decidido cambiar el rumbo».
Lo que no quiere es despedirse mal y por eso recuerda que «cuando entré en el programa mi misión era trasladar a un plató de televisión el trabajo que llevaba haciendo más de una década en el mundo editorial. He conocido a gente maravillosa, he tenido la oportunidad de hacer sonreír a personas que llevaba mucho tiempo sin hacerlo y, como humana que soy, también me he equivocado muchas veces».
Incluso no le importa pedir perdón, «pido disculpas a quien se haya sentido ofendid@ por mis palabras o por mis comportamientos. Siento que me llevo mucho amor, que en cada uno de los cambios que realicé irremediablemente hubo una transformación en mí y por eso he de dar las gracias a quienes se pusieron en mis manos, me enseñaron a través de su historia y me hicieron mejor persona».
Su agradecimiento se lo transmite a quienes le ficharon, «me gustaría reconocer a Telecinco y a La Fábrica de la Tele la oportunidad que me dieron. Estaré eternamente agradecida por dejarme defender con libertad mis valores, mi trabajo y llevar el mundo de la moda a todos los públicos. Porque la moda es para tod@s sin importar quién seas ni de dónde vengas».
De cara a su próxima labor indica que «deseo y trabajo desde ya para que mi futuro siga ligado a la televisión y a vuestro lado. Por tanto, amigos y amigas, ha llegado el momento de experimentar mi gran cambio.»
Desde el programa ya la han deseado en la emisión de este viernes «toda la suerte del mundo» a quien fuera su estilista durante dos años y medio.Así, Pelayo Díaz, por ejemplo, precisó que la considera «una amiga de corazón», y hasta justificó su adiós porque «la televisión tiene que gustarte mucho, y si no te gusta es mejor irte».
Por su parte, Carlota Corredera ha deseado a Ferviú que «sea feliz donde ella quiera estar», mientras que una emocionada Cristina Rodríguez le ha dicho «te quiero» antes de continuar con el transcurso de un programa que ya ha anunciado que a Natalia Ferviú le sustituirá Juan Avellaneda, quien ya formó parte de Cámbiame el año pasado para cubrir la baja temporal de Cristina Rodríguez.
La polémica
Hay que recordar que toda esta polémica comenzó el pasado martes, cuando la coach y su nueva compañera, Paloma González, tuvieron sus más y sus menos por el físico de Noelia, que había acudido al programa en busca de un cambio. Paloma señaló que tenía «un cuerpo difícil», lo que no gustó a la estilista, defensora de que «todos los cuerpos son bellos» más allá de las imperfecciones.
Las diferencias entre ambas llegaron a su punto más alto al día siguiente, cuando Paloma tachó a Natalia de «mala compañera», y ésta a su vez de «soberbia». Para colmo, Carlota Corredera le pidió a Pelayo su opinión y éste subrayó que «me sorprende que Natalia no haya tenido más tacto con Paloma y que no haya frenado a sus seguidores porque creo que ha hecho el efecto contrario”.
Natalia afirmó entonces que “no me parece correcto que metáis en el saco a mis fans porque son gente buena, niñas y niños empáticos y por ahí no voy a pasar porque os juro que me quito el micrófono y me voy a mi casa”
Los intentos de Pelayo por calmar a su compañera fueron inútiles, que estalló antes de abandonar el plató al grito de “¡Iros a tomar por culo, me voy!”. Un día después, nadie parecía saber nada de Natalia, y Pelayo resaltaba que a él no le importaba dónde pudiera estar después de haberle mandado a ese sitio. Hoy todo ha quedado aclarado.
M. A.