Operación triunfo echará al cierre el próximo martes con una gala que recogerá las actuaciones más memorables de estos cuatros meses, pero el concurso concluyó el pasado lunes con el triunfo de Amaia en la final. Tras la fiesta privada, a los cinco finalistas les tocó madrugar para comparecer a los medios y descubrir, si no lo habían hecho ya, el fenómeno OT que arrasa en la calle. Un total de 63 medios para vislumbrar las primeras reacciones de los que se han ganado el cariño de más público. Entre ellos Alfred, cuarto clasificado, que no perdió su sonrisa ni siquiera ante el agobio de las cámaras.
El catalán ha quedado marcado por su profunda pasión por la música. Jurado y profesores han incidido en ello cada semana, tras vislumbrar su facilidad para componer y tocar instrumentos. Él es consciente de que ha ofrecido una imagen positiva. “No he visto lo que hay fuera, pero la gente ha visto lo que se hacer, lo que defiendo, los valores que tengo, y sobre todo, mi música”, ha indicado. El cuarto puesto, ante la sorpresa de todos, incluida Miriam, no fue recibido como una desgracia:: “Los problemas existen entre lo que esperas obtener y lo que obtienes. Yo lo he hecho todo, he tocado instrumentos, he cantado de todo… ¡Hasta me he enamorado!”.
Esa historia con Amaia ha sido otro de los grandes alicientes de esta edición de OT. “Para mi ella es una compañera muy especial, no se lo que yo soy para ella”, ha señalado después de que Amaia no quisiera tildar de “noviazgo’ su aventura. “Es una persona a la que quiero y respeto mucho, somos lo que somos”, ha zanjado. Con ella acudirá a Lisboa, a Eurovisión, una oportunidad para, de nuevo, aprovechar su tirón mediático para concienciar a la gente, otra de las facetas del concursante más peculiar.
“Es necesario ayudar en toda labor que podamos. En Eurovisión tenemos mucha responsabilidad de demostrar el talento de Europa, pero también Europa debería mostrar su lado solidario. Hay gente que está muriendo en el mediterráneo. Gente que no tiene casa porque su país está en guerra”, ha comentado, con rostro serio y de una forma sensata.
Sin poder defenderse, por su estancia en la Academia, Alfred fue atacado hace algunos días por el directo de Periodista Digital, que criticó que el cantante fuera independentista, a raíz de una foto en la que éste aparecía celebrando la Diada. “Yo no soy político, soy músico y mis ideas las tengo para adentro”, ha indicado Alfred, que se ha mostrado dispuesto a mostrar su tendencia respecto al tema, que conocía, pese a que apenas lleva unas horas con información del exterior. “Soy de Barcelona y celebro la Diada, Yo nunca me he declarado independentista, de hecho no me declaro independentista. Tenía entonces 16 años, yo he cambiado, pero más aún la política catalana”, ha apuntado.
Es una de las muchas situaciones comprometidas a las que se van a exponer tanto Alfred como el resto de concursantes, que tras el fin del concurso tendrán como despedida grupal un puñado de conciertos. Alfred, seducido por la música gracias a sus tíos, tiene mucha guerra que dar y planes por cumplir. Antes de entrar a la Academia tenía pensado dar luz a su segundo disco de Jazz. Y dejó a medias la carrera y hasta un largometraje, una faceta desconocida hasta la fecha. “El cine era otro plan, tengo un proyecto casi terminado con un compañero de Universidad. Sólo faltan los actores”, ha expresado. “Vamos a dar un zasca a los que nos llamaban ninis”.
La música y Amaia han resultado ser la mejor medicina de Alfred para su ansiedad, la cual deja cada vez más atrás. “Ha sido tan intenso todo, ha habido tanto amor, que han desaparecido cosas que tenía dentro. Ahora vivo todo con más tranquilidad”, ha afirmado. Y ahí, ha querido alabar el trabajo de los Javis: “Han estado súper comprometidos conmigo”. Alfred, uno de los grandes nombres, está más que preparado para dar luz a todas esas canciones que ha compuesto en su estancia en la Academia. El éxito le aguarda.
Alberto Puente