La vida está llena de sorpresas. Bien lo sabe Miriam, que se topó con una alegría inesperada en la última gala de Operación Triunfo, cuando Ana Guerra y Alfred fueron descartados como finalistas. “El momento para mí fue un súper impacto. Mi cara era un auténtico poema, no me lo esperaba”, comentó la cantante ante este medio el día posterior a que Amaia se coronase como la vencedora de esta edición. La gallega tenía motivos para pensar que sería la primera eliminada, ya que de los cinco candidatos ella era la única que nunca había sido escogida como favorita por el público. Pero la vida da muchas vueltas.
“Tenía muy claro que iba a ser Alfred, estaba despreocupada. Tenía asimilado que no iba a cantar la segunda canción”, mencionó, con un tono como si aún permanece incrédula ante una noche repleta de emociones. “Estoy muy agradecida y contenta”, expresó, para aquellos que le mostraron su apoyo incondicional a pesar de que la pugna estaba reservada para otras dos mujeres. No obstante, en la gala se vislumbró algo diferente en la gallega respecto al resto de concursantes, una emoción incontrolable a cada palabra que soltaba.
“Fue un día muy especial, dejé que saliera toda esa emoción que al principio dejaba al margen”, confirmó Miriam. “Sigo este programa desde los tres años y estar aquí era muy importante para mí. Sobre todo por mi padre, una figura muy importante para mí”, comentó. La gallega lleva desde bien pequeña con el micrófono en la mano, con el objetivo de hacerse un hueco en este “complicado mundo”. “Que mi hermano y mi novio estuvieran ayer aquí viendo lo que más me gusta hacer en el mundo fue una emoción que no dejaba de salir. Yo quería hablar y explicarme pero se me saltaban las lágrimas”, relató.
La historia de Miriam en OT ha sido una de las más sobrecogedoras. Siempre en el punto de mira de unos profesores y un jurado que esperaban la excelencia de su preciosa voz, ha hecho frente a un repertorio que poco se ajustaba a sus preferencias. Sus compañeros le salvaron en el bache que atravesó a mitad del concurso, cuando ella era incapaz de sentir sus canciones. Ahí emergieron ‘los Javis’, tan admirados por los concursantes. “Gracias a la confianza que pusieron en mí y al trabajo que hicieron, sobre todo a nivel interpretativo, fui capaz de confiar en mí misma y dejarme llevar encima de un escenario por las emociones”, confesó Miriam, que considera este el “regalo más grande” que se lleva.
No es para menos, ya que su lucha fue constante y su logro no llegó hasta entrada la recta final, con ‘What about as’, un tema que ha marcado un antes y un después para ella y que interpretará en la despedida del próximo martes. “Fue un aprendizaje no sólo a nivel artístico sino como persona. Cuando entré dije que tenía mucho carácter, pero también esa parte sensible”, aclaró. “Al final te das cuenta gracias a los profesores que si quieres llegar a alguien tiene que ser a través de la emoción, sino da igual lo que hagas”, explicó Miriam, más que satisfecha y orgullosa por el avance experimentado en esta faceta.
La joven estrechó más lazos con Mireya, Raoul y Agoney, ese lado que cautivó en menor medida al público. “A todo el mundo le hubiese gustado recibir ese puesto de favorito en algún momento, pero no nos afectó, es parte del juego”, confesó. La gallega observó cómo semana tras semana sus principales amistades hacían las maletas y abandonaban para siempre la Academia. El último fue el canario, que se quedó a las puertas de la final. Ahí, mientras muchos comentaban la ‘soledad’ en la que se iba a ver sumida Miriam, ella encajó a la perfección, porque no entiende bandos. “No nos veíamos como concursantes o rivales. Creo que éramos todos piezas del puzzle, que hacía que esto se complementase y funcionase como una verdadera familia. Poco a poco creamos ese vínculo familiar que nadie lo va a deshacer nunca”, explicó Miriam.
Ese es su principal vértigo, ya que miedo no tiene “a nada”. “Que nunca se pierda ese vínculo que creamos”, confesó Miriam. Ahora, tanto ella como los otros quince que pasaron por la Academia, empezarán a preparar la gira de conciertos tras la gala de este martes. “Va a ser una nueva experiencia todos juntos, creo que nos va a aportar cosas positivas y enriquecedoras”. De momento, la joven de 21 años admitió que hay “Miriam para rato”. Por último, la gallega se acordó de Diego Cantero, el compositor de ‘Lejos de tú piel’, su tema insignia hasta la fecha. “Fue un honor defender esa canción”. Eso sí, está contenta, como el resto, de que sean Alfred y Amaia los que acudan a Lisboa de cara a Eurovisión: “ Son dos pedazos de artistas. Yo me emocioné cuando la cantaron por segunda vez. Todos estamos súper contentos.
Alberto Puente