En Cataluña hasta hace poco se hablaba de república y últimamente parece que el tema principal son las tetas de las señoras. La conversación que desveló Antena 3, en torno a la búsqueda de una mujer que pudiera ocupar el puesto de consejera del departamento de Enseñanza, y en la que Lluis Salvadó, exconseller de Hacienda, parecía tener muy claro quién se lo merecía, «pues dáselo a la que tenga las tetas más gordas», parece que ha calado hondo en esa comunidad.
Así, Pilar Rahola, que nunca ha sido muy partidaria del feminismo de las masas en la calle pidiendo reivindicaciones, se ha permitido incluso bromear con esas palabras del exconseller en la tertulia de El món, de RAC1, indicando que «si hubiera sido por tetas habría tenido que ser yo y no la Ponsatí», en referencia a la exconsellera de Ensenyament.
Según la tertuliana, «que un tipo hable un día que la consejera debe tener las tetas gordas… Mire, escúcheme; lo único que es, es un salido», dando así de soslayo un varapalo más a otro exconseller.
Hay que recordar que estos pensamientos de Rahola vienen de lejos ya que en 2011, en un artículo en La Vanguardia, se quejaba de las reivindicaciones del feminismo de entonces, mucho menos radical y masivo que el del pasado 8M, basándose en todas las mujeres destacadas que en ese momento mandaban en la política nacional, «lo realmente importante es que una mujer valiosa, Soraya Sáenz de Santamaría, será el miembro más poderoso e influyente del Gobierno español y que, gusten poco o mucho, dos mujeres presidirán el poder en Madrid, una alcaldesa y una presidenta de comunidad. Y no sólo eso. La presidenta en cuestión, Esperanza Aguirre, es una de las políticas más importantes de su partido y de todo el país. Ergo, ¿cuál es el problema y dónde está el problema? ¿No era eso lo que buscábamos, la posibilidad de llegar hasta donde nos lleva la categoría profesional, con independencia del sexo?».