Las imágenes del pasado fin de semana a las puertas de la catedral de Palma de Mallorca, con el ya consabido rifirafe entre la reina doña Letizia y su suegra, Doña Sofía, no sólo han dado mucho juego a periódicos e incluso a espacios informativos de televisión sino también a Sálvame, donde han intentado aclarar todo lo que los protagonistas del incidente dijeron durante el mismo.
Así, en uno de esos estudios de lo sucedido entre las dos ilustrísimas damas en el Domingo de Resurrección se han descubierto más gestos ‘de desprecio’ de la mujer de Felipe VI a su suegra, que remató con posterioridad al limpiar la frente de su hija después del beso de su abuela.
En la conversación que mantuvieron ambas en la puerta de la iglesia la reina Letizia le dijo a Sofía: «¿Dónde vas? ¿Dónde vas tú delante?», lo que demostraría las desavenencias que supuestamente existen entre ambas después del apoyo de la mayor de ellas a su hija Cristina.
La cara de sorpresa primero y de enfado después del rey emérito don Juan Carlos, al ver cómo se dirigía a su mujer doña Letizia hizo, según Gustavo González, que le dijera a su nuera: «Si no quieres fotos de las niñas con los abuelos, no haber tenido dos hijas con Felipe».
Siempre según palabras del fotógrafo y actual pareja sentimental de María Lapiedra, la concursante de Supervivientes, don Juan Carlos también le habría comentado a doña Letizia que esperaba que el futuro de su hijo fuera más tranquilo. Con estas palabras se confirma una vez más la poca simpatía que ha tenido siempre el monarca hacia la otrora periodista de TVE, algo que al parecer es mutuo. Todavía se recuerda la frase «no me gustas pero haré de ti una reina», que la dijo cuando no era princesa pero ya estaba prometida con su hijo.
También es célebre otra frase que le dijo a su nuera cuando en presencia del rey Constantino de Grecia, hermano de la reina Sofía doña Letizia, ya princesa de Asturias, aprovechó sus conocimientos sobre la situación en Irak para marcarse un discurso de 20 minutos, «Letizia, ya sabemos que eres la más inteligente de la familia, pero por favor, deja hablar a los demás». Y es que antes de que don Felipe decidiera convertirla en su prometida, don Juan Carlos se refería a ella como «una mujer divorciada más» y es sabido que en muchas ocasiones la apodaba como «la chacha».
M. A.