El estreno de Chernobyl se vio eclipsado por la recta final de Juego de tronos. La miniserie de solo cinco capítulos, estrenada el 7 de mayo, realizada en colaboración con Sky, pasó desapercibida para muchos entonces, pero las buenas críticas han hecho que haya conseguido adelantar a producciones tan icónicas como Breaking Bad, The Wire y Los Soprano en la puntuación que otorgan los usuarios de IMDB.
Chernobyl puede presumir del 9,7 de nota que figura en su ficha de la mencionada base de datos. Breaking Bad tiene un 9,5, The Wire un 9,3 y Los Soprano un 9,1. Tres iconos de la televisión que siempre aparecen encabezando las listas de las mejores de la historia que han visto como una casi desconocida hace dos semanas les superaba. Por cierto, Juego de tronos tiene una puntuación de 9,4. Chernobyl se ha convertido en la recomendación de muchos y en tema de conversación entre los seriéfilos sin que (casi) nadie se lo esperase. Con mucha menos promoción que otras de calidad igual o inferior, se ha colocado en lo más alto por méritos propios. Pero, ¿cuáles son esos méritos? ¿Cuáles son las claves que han aupado a Chernobyl al Olimpo de las series?
Cuenta una historia real y no muy lejana en el tiempo
Todo el mundo conoce el hecho en sí ocurrió en abril de 1986, pero no lo que se escondió tras el, en ese aspecto es en el que se basa la serie, que destapa los tejemanejes del entonces gobierno soviético para tapar el desastre.
Despierta interés por ser una historia real y desconocido, en cada capítulo parece más increíble que pasara.
No se deja arrastrar al morbo o la sensiblería
La tragedia humana y medioambiental que se narra no tiene comparación, pero también se muestra toda una conspiración política sin sensiblería ni morbo. Las víctimas son las protagonistas y lo mal que lo pasaron.
La sobriedad se apodera de cada plano. Se cuenta lo que se quiere contar sin recrearse en el sufrimiento y el dolor. Esas partes de la trama, que las hay, se abordan más desde el terror. Chernobyl está plagada de escenas que parecen sacadas de una película o una serie de terror. Que sean hechos reales, aumenta esa sensación. La cuidada producción que se aprecia en todo momento y la banda sonora envuelven todo ese sentimiento de impotencia y angustia que transmite la serie en cada capítulo.
Eso, más el talento interpretativo de Jared Harris, Emily Watson y Stellan Skarsgård, suma a su favor. Ellos cargan con gran parte del peso dramático, pero también todos esos otros actores más anónimos para el gran público que dan vida a los muchos héroes sin nombre que surgieron de aquel accidente.
Genera la necesidad de comentar
Es de esas series que genera la necesidad de comentar. Primero porque lo más probable es que salvo que se sea alguien especialmente bien informado, lo más seguro es que se desconozca toda esa trastienda existente en la gestión del desastre de Chernobyl. Segundo, porque en una coyuntura social, política y periodística como la actual en la que las fake news están a la orden del día, ver cómo la desinformación se propagaba hace treinta años sin necesidad de redes sociales no deja de ser aleccionador. Y tercero, porque está plagada de escenas tan potentes dramática, histórica y visualmente que es inevitable querer comentarlas y compartirlas con alguien.
Estrella Digital