«Lo sé, al final, entrevistamos a malos, un narco es malo, y un ladrón y un abusador y un explotador, pero no dejan de ser personas y alguien tiene que haber que lo cuente», explica en una entrevista.
Y ese alguien es Andrade, quien, al frente de un equipo de quince personas, abordará en cada uno de los ocho nuevos capítulos temas «de los que no salen en los telediarios, pero que están ahí, también en España».
«A mi siempre me han interesado mucho los bajos fondos», resume esta periodista que se curtió en «Callejeros», programa emblemático de la cadena en el que estuvo ocho años.
En las dos temporadas anteriores, «Fuera de cobertura» se ocupó de los presos en las cárceles colombianas o de Guantánamo; del acoso sexual en El Cairo o de las inversiones inmobiliarias de los jeques árabes; en la nueva tanda de ocho capítulos -de 60 minutos cada uno-, España y los españoles pasan a primer plano.
«Seguimos denunciando situaciones injustas y vulneración de derechos humanos pero que afecten directamente a los españoles. Hemos abierto un poco la mano a asuntos no tan bestias, pero igual de impactantes», apunta Andrade.
Así, mañana presentará «La ONU del narco», un eufemismo para hablar de la Costa del Sol donde están instaladas más de cien organizaciones mafiosas que dirigen el narcotráfico desde España.
La periodista confiesa que lleva «más de seis años» intentando ganarse la confianza de esta mujer atípica, jefa entre hombres, que «ha contado todo, desde cómo se organizan a cómo mandan desde las mansiones de Marbella o Fuengirola».
«Me ha llamado mucho la atención la nueva generación de narcos, que son sus hijos criados en el extranjero en los mejores colegios y que también se están organizando entre ellos», comenta Andrade.
La periodista hace notar que la violencia en la «Costa del crimen», como lo llaman muchos, se está volviendo más evidente y hay «ajustes de cuentas a plena luz del día, con asesinatos en terrazas de Torremolinos, bombas…Digamos que hay un antes y un después en la manera de actuar, que creo que se cuenta bien en este reportaje».
El segundo capítulo, «Españoles en Holanda. Esclavos de la globalización», investiga la explotación de trabajadores españoles en las miles de fábrica que, en diversas ciudades de Holanda, centralizan las tiendas de venta on line.
«Esto va por temporadas. Antes contrataban a trabajadores de centroeuropa, rumanos sobre todo, pero ahora son españoles. Ellos mismos dicen que trabajan con las mismas condiciones -denuncia Andrade- que las trabajadoras de la fresa».
Las horas extras que los médicos españoles hacen en hospitales de Inglaterra e Irlanda para completar sus exiguos sueldos; las depresiones y el estrés de los grandes cocineros españoles, incluidos los que tienen estrellas Michelín, la pederastia y la prostitución son los temas centrales de los nuevos capítulos.
En «Bienvenido míster Cheng» el equipo de Andrade sigue a un magnate chino en su viaje de negocios por España y en el octavo y último, «Alicante, el nuevo edén ruso», se le pone cara a los multimillonarios rusos que «han tomado» la ciudad.
Andrade reconoce que la producción de sus programas es un poco «atípica», puesto que tratan «temas complicados con gente poco normal» a la que, igualmente, «hay que vender confianza, ser serios, tratarlos bien y generar respeto».
Aunque nerviosa por la nueva etapa del programa -«competimos con monstruos como ‘La que se avecina’ o ‘La voz’-, la directora de «Fuera de cobertura» se da por satisfecha de seguir ocupando el prime time: las 22:45 de los miércoles en Cuatro.
Estrella Digital