«No queríamos que el coronavirus formara parte de la historia de Skam. Nos ha quitado tantas cosas que no podíamos permitir también que se comiera parte del guion. Así que decidimos contar la historia como la teníamos pensada inicialmente, haciendo el ejercicio de rebobinar y mostrar a la audiencia lo que hubiera pasado si el virus no hubiese existido», explica la directora de la ficción, Begoña Álvarez, en la presentación virtual.
La ficción está basada en la obra homónima noruega, que alcanzó gran éxito entre los adolescentes de todo el mundo, aunque «Skam España» ya se distanció de su predecesora en la segunda temporada, tanto a nivel de guion como de temporadas -la historia de las chicas se cierra con una cuarta temporada, a diferencia de los demás «Skam» que lo hacen con una quinta-.
Esta independencia les hizo ganar adeptos entre el público español, algo que, para Álvarez, responde a una realidad concreta: «Skam España» narra las aventuras de un grupo de chicas de 17 ó 18 años en su último curso de instituto sin imponer «ningún modelo aspiracional» en los adolescentes. «Podrían ser cualquier grupo de chicas», comenta.
La serie, que aborda problemáticas como la búsqueda de la identidad sexual, el acoso escolar, las relaciones tóxicas, el peso de las redes sociales en el desarrollo emocional de los jóvenes, el feminismo o la diferencia de clases sociales, sigue el día a día de Eva (Alba Planas), Nora (Nicole Wallace), Cris (Irene Ferreiro), Viri (Celia Monedero) y Amira.
Esta última será quien lleve el timón de esta última temporada, en la que se conocerá la historia de esta joven musulmana de 17 años y que tocará temas tan importantes como el Ramadán, las creencias religiosas o por qué lleva el hijab.
«Ser la protagonista de esta temporada ha sido todo un reto. Es verdad que a mi personaje ya se le conocía de las anteriores temporadas, pero no se había profundizado tanto. Siempre he necesitado y querido referentes parecidos a mí, con mi lucha, y que sea yo la que haya tenido que dar el paso… es un honor hacer una serie con esta gente», admite Brown.
Además, añade que para ella «Skam España» ha marcado «un antes y un después» en cuanto a ficciones adolescentes: «Había una distancia increíble entre la realidad y la ficción. Normalmente las series de este tipo son aspiracionales, pero aquí hay mucha realidad».
Tanta es la veracidad que existe que tanto las protagonistas como los seguidores reconocen las dificultades a la hora de establecer, precisamente, esa diferenciación entre realidad y ficción: «Los guionistas se asesoran mucho por lo que nosotras les contamos o por lo que les dicen los fans», cuenta Ferreiro, protagonista de la segunda temporada. «Los personajes que interpretamos son tan realistas que hemos tenido que basarlos en nosotras mismas».
Si hay algo que hace especial a «Skam España» es la manera tan original de narrar la historia: mediante breves clips diarios que se cuelgan en su web y que la plataforma Movistar+ recopila cada semana en forma de capítulo. «Esta cuarta temporada será igual que las anteriores. Cada capítulo variará en la duración, ya que nos dejamos guiar por lo que nos dice y pide la historia», incide Álvarez.
En la presentación virtual, también ha habido tiempo de pensar en el futuro. Es mucha gente la que demanda una quinta temporada, pero según explica el productor de la ficción, Rafa Taboada, «cuatro temporadas era lo perfecto y la historia cierra». Pero a lo que se mostraba abierto es al regreso de algún personaje del pasado en los últimos episodios.
Silvia García Herráez