Tras asistir en España a la Gala de los Goya, inmediatamente después, en Londres el Royal Opera House abría sus puertas para recibir al que viene siendo su acontecimiento cinematográfico más importante y con más repercusión mediática.
Considerada la antesala de los Oscar, por la importancia del acontecimiento en sí y por el halo de expectación que se crea alrededor de los diseños que lucen las celebrities, y por los artífices de estos. En general, ha sido una alfombra roja más sobria que las anteriores ya que no se ha arriesgado demasiado en cuanto a estilismos se refieren.
Tras un análisis de la red carpet,y seleccionando lo más destacado, podemos decir que la gran ganadora de la noche fue Julianne Moore, al recoger su galardón por su papel en Siempre Alice, y por ser considerada una de las más elegantes de la gala.
Vestida de Tom Ford con un modelo de terciopelo rojo que se fundía con la propia alfombra.
Posando juntas ante los fotógrafos, Monica Bellucci vestida de Alaia y Léa Seydoux de Prada, deslumbraron a los propios flashes y fueron las más elegantes y sofisticadas de la noche. Tándem perfecto el que formaban de amarillo y negro, ¡de 10!
Otra de las más aplaudidas fue Amy Adams de Lanvin. Muy favorecida con un diseño en blanco que contrastaba con su melena cobriza. Siempre muy acertada en sus estilismos.
Resse Witherspoon, en púrpura de Stella McCartney, con zapatos a juego. La actriz no destacó ni por el diseño en sí, ni por el uso de complementos, ya que brillaban por su ausencia.
Keira Knigthley, en su línea pero esta vez de Giambattista Valli.
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Gugu Mbatha-Raw luciendo vestido de Prada.
Rosamund Pike de Roland Mouret.
También apostaron por el siempre adecuado negro celebrities como Kristin Scott-Thomas con un diseño en manga larga de Balmain Vintage, y Natalie Dormer de Sophia Kah, pero combinado con azul noche.
Y otra de las más elegantes de la gala, Laura Haddock, esposa de Sam Claflin con un maravilloso vestido de tul de Burberry Prorsum. ¡Sencillamente espectacular!
En el género masculino, destacó por encima de todos los demás asistentes, David Beckham con esmoquin azul. También muy elegantes George Mckay, de Burberry o Michel Keaton con esmoquin cruzado, entre otros.
Ahora ya solo toca esperar la ansiada “red carpet” de los Oscar, la alfombra roja por antonomasia, donde las celebrities harán despliegue de todo su glamour en su particular desfile antes de entrar al Teatro Kodak de los Ángeles.