Durante cerca de un siglo, los científicos han tratado de dar, sin éxito, con una vacuna para la gonorrea. Sin embargo, en los últimos meses, unos investigadores de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda han descubierto que la vacuna de la meningitis B podría ayudar también a evitar una de las enfermedades de transmisión sexual que más afecta a la población: la gonorrea, una infección que se propaga cada vez más rápido y que cada vez alarma más a los individuos de la población.
Una de las principales causas del incremento de afectados por la gonorrea es la inexistencia de un antibiótico que pueda controlar una enfermedad que afecta a 78 millones de personas en todo el mundo cada año. Teodora Wi, responsable del departamento de Reproducción Humana de la agencia sanitaria de la OMS, ha señalado que las bacterias que causan esta afección son “particularmente inteligentes”, pues cada vez que se usa unos nuevos antibióticos para tratar esta infección, estas se resisten.
Los investigadores de la Universidad de Auckland han comprobado que la vacuna contra la meningitis B, también conocida como MeNZB, produce una protección moderada contra la gonorrea, según explican en un artículo publicado en la revista The Lancet. Para llegar a este resultado, los expertos han utilizado datos de once clínicas de salud sexual de personas con edades comprendidas entre 15 y 30 años que habían padecido esta infección y que la vez habían sido inmunizadas contra la meningitis. Los científicos han observado que todos ellos tenían menos riesgos de contraer gonorrea y que esa vacuna reducía hasta en un 31% la incidencia dicha enfermedad.
«Estos hallazgos proporcionan pruebas experimentales de que las vacunas contra la meningitis podrían ofrecer una protección cruzada moderada contra la gonorrea», ha comentado la codirectora del estudio, Helen Petousis-Harris. Según la Red de Vikilandia Epidemiológica, en el año 2015 hubo unos 2.742 casos en España, 1.700 casos más que en el año 2000.
¿Qué es la gonorrea?
Este tipo de enfermedad puede infectar partes del cuerpo como los genitales, el recto y la garganta de las personas de cualquier sexo. Las complicaciones de esta infección son más severas en las mujeres ya que puede provocar complicaciones en el embarazo e incluso infertilidad. «El problema es el infradiagnóstico, muchas veces la infección no da síntomas, y el cuerpo habitualmente no consigue vencer la infección por sí solo», advierte el jefe de servicio de dermatología del Hospital Universitario de La Paz (Madrid) y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, Pedro Herranz. El poco uso de preservativos, el aumento del turismo y la poca atención a la infección son los causantes de los casos de infección por esta enfermedad en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud.
Con este hallazgo, los científicos podrían poner fin a una enfermedad que afecta a más de 78 millones de personas al año en el mundo y a los esfuerzos de la comunidad científica que lleva buscando una solución a esta infección durante más de un siglo.
Cristina Sánchez