La piel de los más jóvenes, infancia y adolescencia, requiere la mejora de su manto acido de la piel. El manto ácido es una fina capa de la piel que,con su pH de 5,5,actúa como defensa de infecciones y enfermedades.
Algunos niños son sensibles a la luz del sol y pueden desarrollar erupciones solares, debido a lo delicado de su piel, ya que sus glándulas no actúan en ellos todavía de forma protectora. Por eso en primavera y verano es preciso acentuar las precauciones, sobre todo en la playa, en la piscina o a la hora de realizar actividades al aire libre.
Se calcula que entre un 50% y un 80% del daño inducido por la exposición solar que una persona recibe durante toda su vida tiene lugar durante la infancia y la adolescencia. De ahí la importancia de extremar la atención en estas etapas de la vida. Y se recomienda, sobre todo, vigilar la exposición al sol de los bebes, ya que su piel es más fina y todavía no produce la cantidad adecuada de melanina.
Los expertos recomiendan que los bebes menores de seis meses no permanezcan expuestos a la radiación solar directa. En cualquier caso, para protegerlos del sol hay que tener en cuenta una serie de medidas: utilizar siempre gorro, gafas de sol, ropa apropiad (algodón y fino) y no exponerlos nunca al sol durante las horas centrales del día (de 11 a 16 horas), además de emplear un fotoprotector específico para ellos hidratante y libre de perfumes y conservantes,
El mercado acaba de recibir, por ejemplo, Baby Smart Leche Solar SPF 50+, de laboratorios LETI, que contiene un sistema de protección muy eficaz en la absorción hasta un 98% de los rayos UVA/UV. EL producto no contiene parafina, ni parabenos, alcohol o colorantes, aportando vitamina E.
D.L.