Esta «mega-exposición», que ocupa unos 800 metros cuadrados del recinto, no solo exhibe figuras de la clásica serie para que los fanáticos las contemplen, sino que ofrece la posibilidad de ponerse en la piel de Goku para encontrar las siete bolas de dragón y pedir un deseo.
«Esto es lo que me gusta del Manga Barcelona, venir y hacer actividades. Es la esencia», explica Gerard, un seguidor de la serie «de toda la vida, desde que era pequeño», que ha encontrado todas la bolas y está haciendo cola para su deseo.
Aunque no se pide el deseo al dragón Shenron ni las bolas son de verdad, la cola de participantes en esta yincana, que se basa en completar sencillas misiones como probar un videojuego, hacer fotos o responder alguna pregunta para conseguir mercancía de la serie de regalo, es de las más largas del salón.
Dragon Ball es sin duda, el anime más popular no solo entre el público otaku del Manga Barcelona, a quienes hace muchos años las aventuras de Goku sembraron el germen de su afición, sino también para el público ajeno a este mundo pero que creció con una serie que fue, en palabras del coordinador de actividades del 25 Manga Barcelona, Oriol Estrada, «un gran fenómeno social».
La dimensión social y alcance de la serie se constata en otros rincones del salón, como en la exposición conmemorativa de los 25 años del evento, que rememora el Récord Guiness de más personas vestidas de Bola de Dragón que se batió en 2012, o con la mítica pancarta que durante años se lució en el recinto, y que ahora se ha recuperado. Los ‘fans’ de la serie incluso reclaman a TV3 que la emita de nuevo.
Así lo rememora también Albert, un «nostálgico» de la serie que también recuerda «vivir los problemas de censura» y las críticas de políticos de entonces por la violencia de la serie.
Él y sus amigos, que incluso tienen un ‘podcast’ en internet sobre Bola de Dragón, explican que crecieron y se aficionaron al mundo del manga gracias a la serie e incluso el más osado asegura que para él «es la vida».
No son pocos los seguidores que admiten una «obsesión» por las aventuras de Goku. Álvaro, que va vestido de Barlock, uno de los personajes de la serie, explica que hace unos años, cuando rondaba la veintena, tuvo una «etapa obsesiva» y era el único anime que veía.
Junto con sus amigos José y Dani, que también van caracterizados de otros personajes, explica que, a pesar de que les gustan series distintas, Bola de Dragón es lo que les une y por ello han decidido hacer este «cosplay» conjunto.
En la exposición los seguidores pueden recrear escenas míticas de la serie, como el combate entre Goku y Piccolo, fotografiarse en espacios como el típico cuadrilátero del torneo de artes marciales o ponerse a lomos del dragón Shenron para imitar una de las portadas más icónicas del manga.
Además de figuras a tamaño humano de protagonistas como el mismo Goku, Célula o el Monstruo Boo, el Dragon Ball World Adventure muestra una gran cantidad de figuritas de coleccionista exclusivas que solo se pueden adquirir allí.
Una «titánica» exposición, organizada por las distintas compañías, como Bandai o Namco, que tienen los derechos de la serie, que se presentó en la Comic-Con de San Diego y ha pasado por Nueva York, México, Alemania, China y ahora en Barcelona, antes de hacer su última parada en Japón.
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