La prohibición de llevar líquidos en el avión podría llegar a su fin gracias a la implantación de los escaneres 3D de alta tecnología. Se espera que puedan estar operativos en 2024 en los principales aeropuertos del mundo. Actualmente no se permite subir líquidos de más de 100 ml por cada bote, salvo para las familias con niños pequeños.
Esos límites han estado vigentes desde noviembre de 2006, cuando la policía británica frustró un complot para hacer explotar hasta 10 aviones usando explosivos escondidos en botellas de bebidas. Este suceso hizo que se restringieran aún más lo que un ciudadano puede llevar consigo en la cabina del avión, sobre todo tras los atentados de las Torres Gemelas el 11-S de 2001.
La llegada de estos avances, similar a los escáneres de tomografía computarizada que se usan en los hospitales, facilita una imagen más clara del contenido de una bolsa, cuando se va a pasar el control de seguridad en un aeropuerto.
Esta medida permitiría reducir las colas de los pasajeros cuando tienen que poner sus maletas y pertenencias en las cintas de control de equipajes. La tecnología ya ha sido utilizada en aeropuertos estadounidenses, como el Hartsfield-Jackson de Atlanta y el O’Hare de Chicago, durante varios años.
Desde el Ministerio de Fomento o AENA no han facilitado datos de cuando se podría introducir estos escáneres en la red aereoportuaria, pero supondría un gran alivio. Puesto que este verano hemos visto quejas de personas que han perdido su vuelo por la demora en los controles de seguridad, principalmente en el aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez.
Ante este hecho desde varias asociaciones de la Policía y Guardia Civil han exigido al Gobierno que dote con más agentes estas infraestructuras y evitar así que se produzcan reclamaciones e incidentes con los pasajeros.
R.F.