El procesado ha quedado inmediatamente puesto en libertad debido a que ya ha cumplido la pena con el tiempo que ha permanecido en prisión preventiva antes de celebrarse la vista oral.
La Fiscalía pedía en un primer momento tres años y medio de prisión y otros tres de libertad vigilada para el acusado, pero, tras aceptar los hechos por los que se le acusaba, la pena ha quedado reducida a dos años y dos días.
Según la acusación del Ministerio Fiscal, el radicalismo yihadista del hombre se mostraba en su actividad en internet, donde buscaba términos como «ejecuciones estado islámico sin censura«, «los cachorros del califato» o «corazón humano en una caja«.
La Fiscalía sospechaba que «habría consumido vídeos y llevado a cabo acciones relacionadas con la praxis mostrada en éstos» y que esas búsquedas en Internet perseguían «capacitarse en la confección de un artefacto explosivo improvisado, con la finalidad de realizar un ataque terrorista«.
El 5 de octubre de 2018 el acusado confesó a un agente encubierto informático que había fabricado «un artefacto explosivo y experimentado con él en casa de sus padres», cuya «denotación produjo un daño considerable en el techo de la vivienda».
Ésta no es la única condena que pesa sobre él, ya que también cuenta con una sentencia firme por delito de violencia machista. EFE
M.M.