Hacía tiempo que no salía en televisión y ni que tan siquiera realizara declaraciones polémicas, y quizás por ello Sábado Deluxe intentó convertirla esta semana en su gran invitada. Ylenia no defraudó y habló tanto de situaciones personales como de sus relaciones con otras personas.
Así, la exconcursante de Gran Hermano Vip aclaró su supuesta relación con Francisco Nicolás, con el que llegó a atribuírsele una relación sentimental. Según ella le conoció en una discoteca de Barcelona, a la que ella había acudido con una antigua amiga que la abandonó por un futbolista, «él me invitó a chupitos y nos montamos en un taxi juntos, aunque luego nos cambiamos de taxi y supongo que él lo pagaría, pero no pasó nada más porque yo también tengo unos filtros». Para ella, el 'pequeño Nicolás' es «un listo que flipas».
Ylenia justificó su ausencia de los platós por su delicada situación personal, fruto de una fuerte depresión causada por «decepciones y traiciones» y porque «la gente es muy 'chupa sangres'». Eso sí, reconoció que todo eso podría haber sido por su propio carácter, «porque la gente considere que soy tonta por salir en un tipo de reality no me tengo que creer yo misma que lo soy», y lamentó el no haber puesto los puntos sobre las íes a quien debía, «sí que sería tonta habiendo hecho lo que he hecho en la tele sabiendo que eso me va a encasillar para siempre».
Una de las cosas de las que más se arrepiente es de haber hecho los populares 'bolos' para ganar dinero, «no me gusta nada el mundo bolos, el mundo noche… Se piensan que te van a vacilar por todos lados y cuando ellos van, yo he vuelto. No creo que haga ninguno más porque voy con el miedo de: 'Tengo que ir con una fachada'». Incluso aseguró que «te quieren emborrachar para pagarte menos, para vacilarte. ¿Por qué tengo que vivir esas situaciones? Paso de ir a eso».
La mujer que se dio a conocer en Gandía Shore terminó reconociendo que había tenido una depresión importante, «sí, porque, realmente, yo ya no veía salida. Tenía muchos miedos, pensaba que esto no me iba a salir bien, que no valía para esto… me daba miedo el retomar las cosas».
Quizás por eso es por lo que ha vuelto a Benidorm a casa de sus padres, porque reconoció que cuando veía sus entrevistas en televisión «no podía verme a mi misma, lloraba en mi casa». El lado positivo de todas esas malas vivencias es, para ella, que «tengo que vivir mis experiencias, si no hubiera vivido todo esto no hubiera aprendido nada. Esto ha sido un curso intensivo de la vida que no veas».
M. A.